Imagina un día en la mañana,
una iguana y un futuro ambulante;
te quitas las sábanas, te levantas de la cama
y escuchas un sonido abrumante.
Por delante, caminas al balcón
y abres la puerta, aún tambaleante,
la vi tirada en ese rincón, la iguana asustada y sangre en sus ojos,
justo el borde de su cara.
Desde aquí he decidido dar a conocer mis ideas y pensamientos, aveces aleatorios otras no tanto. Quiero escribir esas palabras que hagan una coma dentro de tu día ocupado.
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